La paradoja trágica de la despedida
La finalidad de una tragedia es siempre la conclusión, el momento en que el destino de los personajes se sella con un golpe mortal. Sin embargo, ese mismo final es lo menos interesante de la experiencia, ya que la verdadera magia de la tragedia reside en la ruta que lleva a ese momento fatal. En ese sentido, la tragedia es como un viaje en el que el destinatario es consciente de su propio fin desde el principio, pero se ve obligado a caminar hacia él con los ojos abiertos.
En el caso de «NieR: Autómatas», este anime ha logrado transportarnos a través de episodios semanales hacia un final que es, a la vez, doloroso y inevitable. Pero, al igual que la tragedia clásica, el final no es lo más importante. Es el camino que lleva allí lo que da sentido a la historia. Y es ahí donde el anime falla, al no capturar la verdadera esencia de la tragedia.
La diferencia entre una tragedia clásica y un anime como «NieR: Autómatas» es que, en este último, el espectador no es un simple espectador. Es un cómplice activo, que puede influir en el curso de los eventos. El juego original era un ejemplo perfecto de esto, ya que permitía al jugador tomar decisiones que afectaban el final. En el anime, sin embargo, el espectador se siente más como un observador que como un participante activo.
A pesar de esto, «NieR: Autómatas» sigue siendo un buen resumen de la historia original, aunque un poco pedestre. El ritmo es torpe, los personajes son predecibles y la trama es un poco simplista. Pero es cuando se combina todo con la mecánica interactiva del juego que el anime se convierte en algo más grande que la suma de sus partes.
En última instancia, la tragedia no es solo sobre el destino de los personajes, sino sobre la forma en que los espectadores se sienten conectados con ellos. Y es ahí donde «NieR: Autómatas» falla, al no capturar esa conexión de manera efectiva. Sin embargo, el anime sigue siendo un homenaje a la historia original, y su valor reside en la forma en que nos hace reflexionar sobre la naturaleza de la tragedia y la importancia de nuestra participación en ella.
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