El arte de la mediocridad: «Apartamento tipo estudio, buena iluminación, ángel incluido» y el arte de no destacarse
En un momento en que la industria del anime se esfuerza por innovar y sorprender a sus espectadores, llega un programa que, en lugar de arriesgarse a ser innovador, se contenta con ser… cómodo. «Apartamento tipo estudio, buena iluminación, ángel incluido» es un título que promete mucho, pero entrega poco. No hay sorpresas, no hay giros inesperados, solo una serie de eventos que se desarrollan de manera predecible y sin demasiado suspense.
La premisa, aunque no sea del todo original, tiene su gracia. Un estudio que alquila habitaciones a estudiantes y jóvenes trabajadores, donde se encuentran personas con personalidades muy diferentes. El ángel incluido, que es el título del programa, es un espíritu celestial que se ocupa de mantener el orden y la paz en el edificio. Pero la serie no explora demasiado esta idea, prefiriendo enfocarse en las relaciones entre los personajes y sus historias de amor y amistad.
La problemática es que la serie no tiene una verdadera identidad propia. No es una comedia romántica con giros inesperados, ni es un drama que nos haga reflexionar sobre la vida. Simplemente es un programa que pasa el tiempo, sin demasiado esfuerzo o creatividad. Los personajes son agradables, pero no son especialmente interesantes. La trama es predecible y no hay momentos que nos hagan sentir que algo importante está sucediendo.
En resumen, «Apartamento tipo estudio, buena iluminación, ángel incluido» es un programa que se contenta con ser cómodo y predecible. No es un programa que te haga sentir emocionado o curioso, solo es un programa que te pasa el tiempo. Y, aunque no sea malo, no es exactamente lo que se podría llamar «apto para recordar».